La figura del CFO ha evolucionado en los últimos años desde un gestor de los recursos financieros responsable de la administración y contabilidad de la empresa, hacia un driver de negocio en el que se apoyan los miembros de dirección para la toma de decisiones.
Marisol Limones, Head of Finance en Robert Walters, comparte su análisis sobre el perfil actual de un CFO y de cómo será el CFO del futuro.
La transformación del perfil del CFO (del inglés Chief Financial Officer) está estrechamente vinculada a los cambios en el entorno empresarial. En un mundo cada vez más complejo y globalizado, las empresas necesitan líderes financieros que no solo sean expertos en números, sino que también comprendan el panorama general del negocio y sean capaces de tomar decisiones estratégicas.
El liderazgo digital es particularmente importante para aquellos CFOs que deben acompañar a sus organizaciones en los planes de transformación digital. Por ello, deben centrarse en ser más innovadores y estar al día de las últimas tecnologías y tendencias, para poder realizar un seguimiento exhaustivo y constante de las métricas financieras, facilitando de esta forma la toma de decisiones.
Los visualizadores de datos, cuadros de mando e informes de gestión, se convierten en herramientas necesarias para poder identificar oportunidades de mejora y crecimiento, así como para anticiparse a cualquier escenario de inestabilidad.
“El CFO de hoy en día debe tener la habilidad de aportar soluciones actuales y futuras que enriquezcan las estrategias de negocio, anticipando las necesidades de la compañía y los cambios socioeconómicos que pueden afectar a su actividad”, afirma Marisol.
“Por un lado, el CFO debe ser un socio estratégico y comercial, por lo que debe ser capaz de transformar los datos financieros en información útil para todos los niveles de una organización. El CFO ahora cuenta con un rol trasversal, con objetivos alineados con las diferentes áreas de negocio, y con capacidad de influencia en las decisiones globales de la empresa", añade Marisol.
Las empresas deben comprender la importancia de que la dirección financiera asuma funciones poco tradicionales, como por ejemplo la implantación de criterios ESG y compliance.
Una de las áreas en las que el CFO ha asumido nuevas funciones es en la implantación de criterios ESG (Environmental, Social and Governance). Con la creciente conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa, las empresas están adoptando políticas y prácticas que tienen en cuenta no solo los aspectos financieros, sino también los impactos ambientales y sociales de sus operaciones.
En este sentido, el CFO desempeña un papel clave al asegurarse de que la empresa cumple con los estándares éticos y legales, y al integrar estrategias de ESG en la toma de decisiones financieras.
A modo de conclusión, Marisol Limones declara: “Desde el punto de vista del talento, esta evolución de funciones supone un reto, ya que hemos vivido un tiempo en el que las empresas han requerido estos perfiles, pero el mercado estaba acostumbrado al perfil anterior, y ha necesitado de un periodo de adaptación. Hoy en día, las empresas que no potencian esta figura y la convierten en un player de negocio, más allá de un gestor, tienen complicado continuar su crecimiento y ser competitivas”.
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