Crecimiento acelerado

I'm building futures
I'm Robert Walters

Durante mi trayectoria universitaria sentí en diferentes ocasiones que el trato con las personas era algo que quería tener en mi día a día, además siempre ha sido uno de mis puntos fuertes. Es por ello que al finalizar mis estudios, decidí adentrarme en el sector del recruitment.

En mi primera entrevista con Robert Walters me explicaron el proyecto y, en el momento en el que salí de las oficinas, sentí que había encontrado mi sitio. Lo que más me llamó la atención del puesto es ese rol 360º que tiene un consultor de recursos humanos. Me apasionan las dos vertientes de mi trabajo. Por un lado, desarrollo mi labor comercial, charlando con empresas de diferente índole, analizando sus necesidades de contratación y, a la par, tengo la oportunidad de conocer las historias de muchos profesionales a los que busco proporcionarles un cambio de vida, tanto profesional como personal. Es realmente gratificante cuando alguno de los profesionales a los que entrevisto, comienzan un nuevo empleo y me agradecen haberles ofrecido tal cambio en sus vidas. 

Lo que más valoro de Robert Walters es que me ofrecen la posibilidad de innovar y aportar mis propias ideas. Por eso sientes que tus responsables te escuchan si eres proactivo, algo que es esencial para mí. Aquí tus funciones no se limitan a A, B y C, sino que hay un amplio abanico de posibilidades.

Nunca olvidaré lo que sentí cuando cerré mi primer proceso de selección. La sensación de euforia que se creó en la oficina fue única, una imagen para el recuerdo. Cada proceso de selección es un mundo, todos tienen sus complicaciones y existen muchos puntos críticos que se deben tener en cuenta. Por ello, en tu primera etapa los miembros de tu equipo, y de otros, te otorgan las herramientas y recursos necesarios para conseguir una pronta adaptación. 

Recuerdo que mi primer proyecto fue para una compañía muy reconocida en el sector, por lo que el proceso de búsqueda de candidatos cualificados que estuvieran a la altura fue muy tedioso. Finalmente, encontré al candidato ideal y el acuerdo se cerró con éxito, con lo que ambas partes quedaron satisfechas. 

Cuando echo la vista hacia atrás y veo el camino recorrido y el trabajo de todos estos años, considero que ha merecido la pena y que el esfuerzo ha dado sus frutos. El siguiente paso es seguir trabajando en la misma línea, mirando al futuro y consiguiendo grandes éxitos.